Misticismo, asesinatos y un puente a doble riel vinculado a la muerte.
El género del terror en la literatura tiene miles de ramificaciones y de distintas posibilidades, algunas recaen en lo más obvio optando por utilizar demonios, posesiones y demás situaciones comunes como un factor recurrente, pero… ¿Es posible recrear el miedo y la incertidumbre de lo desconocido alrededor del día a día? ¿En qué instante lo sueños reflejan los anhelos de un individuo pero también su perdición?.
Stefan Grabinski es un escritor polaco con poco reconocimiento, destacado por sus lectores como como el «Allan Poe polaco», con ciertos tintes orientados hacia el terror cósmico que recuerdan a Lovecraft. Su obra podría parecer densa al haber surgido a principios del siglo pasado, pero obtiene un efecto adverso al recopilar un conjunto de cuentos sobre la naturaleza humana frente a un contacto directo con lo desconocido.
Entre sus relatos abunda una sensación de desasociego y de elementos lúgubres, desde el infortunio hasta las maldiciones se cuelan entre las letras de Grabinski, planteando diferentes escenarios donde las estaciones de tren y los vagones se vuelven un elemento clave.El autor está obsesionado con el las situaciones poco comunes, con las relaciones que parecen destinadas a terminar juntas hasta morir algún día, en uno de los relatos toma como principal eje la ansiedad de un personaje y decide explotarla con una misteriosa amante; mediante cada encuentro las circunstancias se hacen cada vez más extrañas y la vitalidad de él disminuye, hasta darse cuenta que su anhelada amada se desvanecía y con ello lo hacía también su identidad, había entregado su vida a Medusa.
A su vez, también juega con un guiño hacia el inconsciente del ser humano, a retar el status quo y el control extremo, tanto del sistema al no encontrar una solución específica ante un tren desenfrenado que amenaza con colapsar el sistema, como a separar a un matrimonio por los deseos de un extraño quien cede a sus impulsos y mata a su obstáculo para quedarse con la chica.
Grabinski, es un escritor que puede enredar al lector debido a los nombres o a lo surreal que puede tornarse en determinadas situaciones, sin embargo, recrea escenarios tan poco comunes en el libro que llama la atención del lector hasta el último instante.
Recomendado únicamente para aquellos que buscan leer terror.
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